viernes, 13 de marzo de 2020

Dani 21


Sandra Sabatés con la barriga de Wyoming
En todos los espacios televisivos se da mucha más importancia a la imagen femenina que a la imagen masculina.
Sandra Sabatés defiende de forma firme y entusiasta el 8M, en coherencia con el indiscutible compromiso por la igualdad que mantiene toda su cadena. Pero ella sabe perfectamente que no sería la copresentadora de El Intermedio si tuviera el perímetro abdominal de Wyoming.
¿Pero es que no lo va a decir nadie? ¿Tenemos este gigantesco elefante plantado en mitad de la sala de estar, justo al lado del televisor, y todo el mundo va a seguir fingiendo que no lo ve?
Y es que, digámoslo claro, hay una forma sencilla de contribuir a la igualdad: practicarla, es decir, mostrar en pantalla, como presentadoras de sus informativos, a mujeres de todo tipo de edades, constituciones físicas, índices de masa corporal y belleza facial.
Así se apoya de verdad el feminismo, aunque ni siquiera se nombre la palabra “feminismo”, aunque se dedique todo el espacio a hablar del coronavirus o de las elecciones en Galicia y el País Vasco.
Y no hace falta hacerlo de golpe, se puede ir haciendo poco a poco. Podrían empezar ustedes, profesionales de La Sexta, que se muestran muy concienciados al respecto: pongan a una cincuentañera gorda, fea y medio calva a presentar Al Rojo Vivo; sin comentarlo siquiera, como lo más normal del mundo.


Desde mi punto de vista, este hombre tiene toda la razón dado que si no en vez que apoyar la causa feminista, seguirá pareciendo que sólo buscan ganar audiencia fingiendo que apoyan la causa feminista.

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